Incluso un perro debidamente criado desde su nacimiento puede ser peligroso, tal como lo podemos ver en la tragedia que tuvo que “sufrir en carne propia” una familia gringa. Uno de sus niños terminó con el cuerpo prácticamente destrozado, luego de un ataque brutal que le propinó el perro, la mascota que creció con ellos, con quien jugaron y comieron.
Dicen que el niño molestó al perro, mientras éste comía. Fue ahí cuando la tierna mascotita se transformó en una fiera y atacó totalmente endemoniado al pobre niño.
Actualización: De acuerdo a la información que me llegó, la víctima es el mismo niño de la primera imagen. El ataque ocurrió cuando el niño ya tenía 11 años. Las primeras fotos son para ilustrar la amistad entre mascota y dueño, en la crianza.
Las fotos no son aptas para sensibles. Mirarlas con precaución.
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